¿Qué estoy haciendo hoy?

¿Qué estoy haciendo hoy?

  Hacemos planes para nuestra vida terrena y a veces nos olvidamos de la vida espiritual

Todos nos planteamos necesidades para satisfacernos o tener comodidades… un carro, una casa, vacaciones, comida, etc. Y no esta mal hacerlo pero ¿Cuántas veces nos planteamos el bienestar para nuestra alma?

La Salvación de nuestra alma depende de nuestras acciones hoy.

Si buscamos los bienes del alma y buscamos una relación de amistad con nuestro Dios (Jn. 15,14), lo demás nos vendrá por añadidura, porque Dios Padre nunca abandonará a sus hijos; al contrario, les dará siempre lo que sea necesario para su salvación.

Pensemos que el pasado no podemos recuperarlo, y el tiempo perdido nunca regresará pues el mañana está en manos de Dios.

Por lo tanto, lo único que me pertenece es el hoy. ¿ De qué le servirá al hombre ganar el mundo y perder su alma? ¿ qué dará el hombre a cambio de su alma? (Mt.16, 26)

Que tu hoy sea una ofrenda digna que puedas presentar mañana ante el Señor.

“Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta si que tiene mucho valor delante de Dios.”. (1 Pd. 3, 3-4)

Lo dice la Sagrada Escritura con referencia a las mujeres, pero también para todos…

Renovemos constantemente nuestra vida acercándonos al Señor por medio de su GRACIA busquemos sus dones y su presencia cada instante de nuestras vidas y luchemos contra el pecado que nos mutila.

No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy… tal vez mañana sea demasiado tarde.